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Identificación, biología y daños

Identificación

Los caracoles terrestres son considerados una plaga menor en cítricos que solamente causan problemas graves de manera puntual.

Cantareus aspersus es el más común y se caracteriza por tener una concha con bandas parduscas en su espiral que puede alcanzar 3 cm de diámetro.

Síntomas y daños

Los caracoles pueden atacar a ramas, brotes, hojas y frutos. Los principales daños se dan en plantaciones de hasta cuatro años, donde pueden afectar de manera importante al desarrollo vegetativo de la planta, y en árboles adultos, cuando los frutos se ven afectados. El síntoma de daño en fruto se caracteriza por la presencia de orificios profundos en la corteza que en numerosas ocasiones llegan a alcanzar la pulpa.

Biología

Los caracoles son animales hermafroditas. Las puestas se llevan a cabo principalmente en primavera y otoño, cuando las condiciones ambientales son más favorables. Dos semanas después de la puesta emergen pequeños caracoles que necesitarán algo más de un año para alcanzar la madurez sexual.

Los caracoles presentan un máximo de actividad en otoño y primavera, y un mínimo muy marcado durante el verano, cuando la xericidad ambiental es especialmente acentuada.

Los caracoles son de hábitos crepusculares y nocturnos. Durante las horas del día buscan refugio en lugares que no reciban la luz directa del sol. Es frecuente encontrar grandes agrupaciones de estos moluscos en los troncos de los cítricos.

El riego por aspersión y manejos de la cubierta vegetal con herbicida crean ambientes favorables para el desarrollo de estos moluscos.

Variedades atacadas

Aunque pueden afectar a todo tipo de cítricos, los principales problemas causados por caracoles suelen darse en naranjas del tipo nável