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Citricultura valenciana

  • España es el mayor productor de cítricos de la Unión Europea y quinto en el mundo con una producción anual superior a 5 millones de Tm durante la última década. La Comunidad Valenciana es la principal región citrícola a nivel nacional, tanto por la superficie dedicada a este cultivo (aproximadamente 182.000 Ha, cerca del 60% del total nacional) como por producción (más de 3 millones de toneladas anuales, casi un 60% de la producción nacional). La citricultura española, y en particular la valenciana, tiene una fuerte vocación exportadora, fundamentalmente de productos destinados al consumo en fresco y con unos elevados estándares de calidad. De acuerdo a la FAO, España es el principal exportador de cítricos en el mundo, destinando más de la mitad de su producción a la exportación.
  • En la Comunidad Valenciana se producen mayoritariamente mandarinas y naranjas (50% y 45% de la producción total de cítricos, respectivamente) y en menor medida limones (menos del 1%) (datos de 2009, Consellería d’Agricultura Pesca i Alimentació). Actualmente se cultivan en torno a 35 variedades con cierta importancia comercial, de las cuales destacan las naranjas Navelina, Navelate y Valencia Navel y la mandarina Clemenules. A pesar de la excelente estructura varietal de la que disponemos, se están dirigiendo constantes esfuerzos hacia la obtención de nuevas variedades de cítricos que permitan una mejor adaptación de nuestro sector citrícola a las condiciones del mercado. Algunos de los aspectos sobre los que se está incidiendo son la ampliación del periodo de producción, la mejora de la calidad, el aumento de la producción, etc.
  • Históricamente la citricultura valenciana se ha enfrentado a varias reconversiones. Cabe destacar el conjunto de iniciativas emprendidas a raíz de la aparición del virus de la Tristeza de los cítricos en España (1956) y su posterior difusión durante la expansión del cultivo en los años 60 del pasado siglo. Esta circunstancia obligó al cambio de los patrones existentes por patrones tolerantes a esta enfermedad, como el híbrido Citrange Carrizo. A su vez, a partir mediados de los 70 se acometió un programa pionero de saneamiento varietal que, junto con un eficiente sistema de certificación en viveros, ha permitido desde entonces la obtención y distribución a los agricultores de plantones libres de virus. Este programa fue en gran medida posible gracias a la utilización de la técnica del microinjerto de ápices caulinares in vitro desarrollada y aplicada en el IVIA.
  • Con todo, el dinamismo de la citricultura valenciana ha permitido alcanzar unos niveles de sanidad vegetal excelentes en relación a otros países productores, incluyendo aquellos países de la cuenca mediterránea que son competidores directos. Actualmente nuestra citricultura se halla en una posición inmejorable para dar un nuevo salto cualitativo mediante la adopción generalizada del sistema de Gestión Integrada de Plagas (GIP). En los últimos 5 años en la Comunidad Valenciana se ha producido un incremento de más de un 300% en la superficie citrícola gestionada de acuerdo a los reglamentos de la Producción Integrada, de 8.673 Ha en 2005 a una estimación para 2010 de 29.311 Ha (más del 15% de la superficie citrícola total). Como muestran la tendencia actual, se espera que la adopción de la GIP en cítricos se incremente significativamente durante los próximos años. Frente a este nuevo reto se hace necesario aumentar el conocimiento y la divulgación acerca de las principales plagas que afectan a nuestra citricultura, así como de las diferentes estrategias que, de acuerdo a la GIP, pueden emplearse para combatirlas. La presente página web ha sido concebida con este propósito y pretende convertirse en un recurso de referencia para la aplicación de la GIP en la Comunidad Valenciana.