Cochinilla acanalada
Identificación
La característica morfológica más destacable de la hembra adulta de la cochinilla acanalada es el ovisaco alargado, acanalado y algodonoso (Fig. 3) . Dentro del ovisaco se encuentran los huevos de color rojizo-anaranjados (Fig. 1).
Las ninfas (todas móviles) son de color rojizo con pequeñas secreciones céreas blancas en el dorso y patas más oscuras (Fig. 2).
Síntomas y daños
Los daños son debidos, como en el caso de los cóccidos, a la melaza secretada. Por su proliferación y tamaño, los árboles afectados por esta cochinilla aparecen como cubiertos de una capa blanca (Fig. 4).
La gran cantidad de cochinillas, que en estado adulto llegan a cubrir las ramas, debilitan la planta al chupar la savia (Fig. 5).
Durante su desarrollo las hembras de cochinilla mudan tres veces, pasando por tres estadios ninfales móviles antes de llegar a adulto. Las ninfas se fijan en las ramas y a lo largo del nervio central de las hojas interiores. Las ninfas de tercer estadio migran a las ramas y al tronco donde se desarrollan hasta alcanzar el estado adulto y formar el ovisaco característico de la especie. Por lo general, es difícil observar machos y la reproducción es asexual.
Las poblaciones de cochinilla acanalada en el campo son muy heterogéneas por lo que es difícil establecer el número de generaciones anuales, así como los momentos en los cuales realizan las puestas.
Variedades atacadas
Todas las variedades son sensibles a los ataques de la cochinilla acanalada.
Muestreo
Al no presentar graves problemas, no se han desarrollado métodos de muestreo.
Umbral
Al no presentar graves problemas, no se han desarrollado umbrales de tratamiento.
Control biológico
La cochinilla acanalada se encuentra controlada por el coccinéllido Rodolia cardinalis. Los adultos de R. cardinalis, de 4-5 mm de longitud y de color rojo y negro, son fácilmente identificables en el campo (Fig. 2). Las hembras depositan los huevos sobre o junto al ovisaco de la cochinilla acanalada y las larvas se alimentan de los huevos y ninfas recién emergidas que todavía se encuentran bajo el ovisaco (Fig. 1). Tanto las larvas como los adultos se alimentan además de las cochinillas adultas. En ocasiones es fácil reconocer la presencia de R. cardinalis por las exuvias que se pueden observar en las hojas (Fig. 3).
Es recomendable evitar la presencia de hormigas en aquellas parcelas donde la presencia de la cochinilla acanalada es habitual, así como el uso de
insecticidas que afecten a R. cardinalis (veasé Efectos secundarios)