Identificación, biología y daños
Identificación
Los huevos son alargados, curvados, de color blanquecino recién puestos, para tornarse de color oscuro acaramelado, conforme madura el embrión (Fig. 1). La hembra efectúa la puesta en el envés de la hoja, clavando el estilete de su aparato bucal en la misma y girando sobre él, de manera que los huevos quedan dispuestos en esa forma circular o semicircular característica.
Se distinguen cuatro estadios ninfales . La ninfa de primer estadio, móvil, es de color amarillento claro y presenta ocho tubérculos de secreción cérea en su zona dorsal. Las ninfas de segundo estadio, ya fijas en la hoja cada vez producen mayor secreción cérea, no sólo dorsal si no también una nueva secreción marginal. Las ninfas de tercer y cuarto estadio carecen de tubérculos dorsales, pero la secreción marginal se hace más abundante de manera que en el cuarto estadio ninfal los individuos pueden aparecer totalmente recubiertos de estas secreciones filamentosas y de gotas de melaza. Además, también es cada vez más notable la excreción de gotas de melaza por el orificio anal. Por otro lado, cada estadio ninfal presenta más marcadas las típicas “costillas” dorsales.
Los adultos son de color amarillo, pero con la apariencia característica blanca, por la secreción cérea que los recubre. La hembra tiene un tamaño algo mayor que el macho, con una envergadura aproximada de 1’5 mm.
Síntomas y daños
El principal síntoma de su presencia es la detección de la melaza y secreción cérea de los estadios ninfales avanzados, que pueden llegar a cubrir totalmente el envés de la hoja, generando problemas al agricultor en el trabajo rutinario y en la recolección, así como propiciando el desarrollo de negrilla (Fig. 4). Efectos directos del desarrollo de sus poblaciones son: debilitación de la brotación sobre la que está ubicada y posible defoliación (dependiendo de la variedad). Además, la abundante secreción cérea puede propiciar el desarrollo de otras plagas, como cochinillas y ácaros, que quedan protegidas por ella frente a tratamientos fitosanitarios y a la acción de enemigos naturales.
Biología
Desarrolla todo su ciclo vital en el envés de las hojas, aunque en casos de infestaciones muy fuertes puede encontrarse puesta en el haz foliar. Los adultos presentan una clara preferencia por las últimas brotaciones, de forma que en hojas viejas predominan estadios ninfales avanzados y en hojas jóvenes predominan adultos y huevos. El desarrollo del insecto se produce durante todo el año, si bien en invierno se alarga enormemente la duración de todos los estados.
Cada hembra puede poner una media de unos 200 huevos. Tras su emergencia, la ninfa móvil de primer estadio busca una zona óptima de la hoja para fijarse en ella, generalmente sobre las nerviaciones secundarias y terciarias de la hoja.
Presenta entre cinco y seis generaciones anuales, dependiendo de las condiciones climáticas concretas.
Variedades atacadas
Todas las variedades son sensibles a sus ataques.